Cuando hablamos de personas mayores nos referimos a aquellas personas que se han jubilado, o a las que han superado cierta edad, o aquellas que pasan a una situación de dependencia y cuidados, o que encontrándose activos conviven con varias enfermedades crónicas. En realidad hablar de personas mayores, hoy en día, es hablar de una gran parte de la humanidad que está absolutamente inmerso en la influencia de las TIC. En España, atendiendo al parámetro de la edad nos referimos a más de ocho millones de personas, más del 17% de la población. En los próximos años se duplicará el porcentaje llegando a alcanzar el 35% en el 2050.
Las personas con alfabetización digital también se hacen mayores y van ocupando la parte superior de la pirámide poblacional. La llamada “brecha digital” clásica disminuye y los mayores son usuarios de servicios, productos y herramientas que se han desarrollado en los últimos años. Hoy son usuarios de smartphones y de tabletas, gran cantidad de mayores que tienen cuentas de correo y se mueven en las redes sociales. Cada día son más los que usan skype o el whatsapp. Todo ello está contribuyendo a que se mantengan relacionados y activos. En el ámbito de la asistencia, la monitorización, la vigilancia o la seguridad, las TIC están aportando servicios “transparentes” para el usuario, y claramente beneficiosos. En una sociedad con un gran porcentaje de personas que requieren asistencia, es posible mantener unos altos niveles de calidad mediante el uso de las TIC, que permiten ahorros notables, reduciendo desplazamientos, mejorando la prevención y permitiendo el uso de recursos humanos.
En la actual sociedad europea la esperanza de vida supera la media de 80 años, y las enfermedades degenerativas asociadas a la edad como el Alzheimer y otras, encuentran un gran aliado en las TIC: sistemas de localización por radio para smarts (Bikn), herramientas de geolocalización (Tweri), alertas al cuidador, indicadores de vuelta a casa (Keruve), sistemas de monitorización y avisos (Simap-Cruz Roja), apoyo periódico (ST, Telemedcare), agendas, sistemas de medicación, unidades de control (Tunstall), control de “errantes”, etiquetas RFID y dispositivos con rutinas diarias, camas que detectan la calidad del sueño, sistemas de entrenamiento o mejora de la memoria.
Pero igual que desaparecen brechas digitales, cuando la evolución tecnológica no es accesible y usable por todos pueden aparecer otras nuevas. Hoy en día, hay que llamar la atención sobre la rápida evolución de las llamadas “Ciudades Inteligentes”. Los mayores son parte importante y activa de las personas que viven en las ciudades, aún más, son parte mayoritaria de los que viven en zonas rurales. No cabe pensar en nuevos desarrollos no accesibles para todos. Las ciudades que así los inicien no serán ni accesibles, ni inteligentes y además hoy debe ser considerado sin ninguna duda insolidario e ilegal.