Hay ciertos olvidos que pueden ser catalogados como “normales” (por ejemplo, en qué lugar dejamos las llaves o un documento) y que pueden estar originados por el apuro, la vida agitada que llevamos con las preocupaciones características, la distracción o el cansancio. Este tipo de olvidos, por lo general, no revisten gravedad y, por ende, no deben ser motivo de preocupación. Para evitar la pérdida de objetos, ya existen en el mercado dispositivos que te ayudan a encontrarlos.
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Por el contrario, existen otra clase de situaciones a las que sí debemos prestar atención y no pasar por alto. Si comenzamos a notar que no somos capaces de recordar cuál fue el almuerzo del día anterior, el nombre del libro que terminamos de leer hace poco, si olvidamos completamente una cita importante que teníamos prevista con tiempo, entonces, probablemente ha llegado el momento de realizar una consulta médica.
Un solo síntoma no indica necesariamente que una persona padezca la enfermedad de Alzheimer o demencia.
La demencia es la pérdida crónica de la cognición, afectando generalmente la memoria, la enfermedad de Alzheimer provoca entre un 50% a un 80% de los casos de demencia.
Si observas como familiar este tipo de situaciones, lo mejor es comentarlo con el familiar, y en conjunto buscar respuestas cuanto antes. El Alzheimer actualmente no tiene cura, pero una detección temprana significará una calidad de vida mucho mejor para pacientes diagnosticados de Alzheimer en fases más avanzadas.
Te proponemos que visites nuestros artículo de ALTERACIONES DE LA CONDUCTA MÁS FRECUENTE EN PERSONAS QUE PADECEN LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER