Ha culminado la integración del régimen especial de empleados de hogar en el régimen general de la Seguridad Social. Una mayoría del colectivo ha pasado ya al sistema que regula la mayoría de las relaciones de trabajo por cuenta ajena. Sin embargo, alrededor de 30.000 personas van a quedarse fuera. ¿Por qué? ¿Qué pueden hacer?
Balance de la integración
El balance de la reforma es positivo en cuanto a que mejora la acción protectora de las personas que integraban el colectivo en el régimen especial. En cuanto a prestaciones de baja por enfermedad, de desempleo, a mayor seguridad jurídica en sus relaciones laborales.
Sin embargo, a la vista de las cifras -provisionales todavía- parece que no se ha alcanzado uno de los objetivos de la reforma, el afloramiento de economía sumergida en el sector.
Fin del periodo transitorio
El 1 de julio se extinguió definitivamente el régimen especial de empleados de hogar. A fecha de junio, 213.796 trabajadores (media de afiliados en el mes) están dados de alta en el nuevo sistema especial del régimen general. En el ya extinguido régimen especial de empleados de hogar han quedado 127.973 afiliados. ¿Qué pasa con ellos?
Fijos y discontinuos
Hay que distinguir. Por una parte están los empleados de hogar fijos, que trabajaban sólo en una casa a tiempo digamos completo y a los que el cabeza de familia daba de alta en la Seguridad Social. Son alrededor de 85.000 y la Seguridad Social les da de alta automáticamente en el régimen general.
Por otra parte están los llamados empleados de hogar discontinuos. O sea, trabajadores que se daban de alta y cotizaban a la Seguridad Social por su cuenta y trabajaban por horas en distintos hogares familiares. Son más de 40.500 y, tras el periodo transitorio que permitía su inclusión en el régimen general, van a ser dados de baja de oficio por la Seguridad Social y quedan excluidos del sistema. Eso sí, hay que tener en cuenta que aún hay documentación presentada pendiente de mecanización, esto es, de pasarse al registro de datos. Están en esta situación más de 7.500 expedientes, con lo que realmente los que se quedarán estrictamente fuera del sistema rondarán los 30.000.
¿Por qué se quedan fuera?
La figura del trabajador de hogar discontinuo ya no existe. La actual alternativa es que esté dado de alta en el régimen general, tantas veces como en casas trabajase por horas. Serían altas en el régimen general a tiempo parcial en las que el titular del hogar familiar que las contratase tendría que tramitar su alta y cotizar en función del número de horas efectivamente trabajadas. ¿Por qué no lo han hecho? Probablemente por resistencias de los interesados a cambiar la situación. Unas veces porque el empleador ha pensado que la nueva situación le puede perjudicar económicamente o no quiere asumir esa responsabilidad. Otras veces incluso, por la negativa de los propios empleados de hogar a acogerse al régimen general.
¿Existen opciones alternativas para los discontinuos?
Es importante resaltar que sí existen:
- La primera, lógicamente, es que en cualquier momento el titular del hogar familiar dé de alta al trabajador en el régimen general. La diferencia es que no podrá acogerse a las bonificaciones con las que la Seguridad Social ha incentivado estas altas hasta esa fecha.
- En segundo lugar, el trabajador puede darse de alta como autónomo, en las mismas condiciones que el resto del colectivo de ese régimen especial y en tareas de servicio doméstico. Las cotizaciones que se pagan en este régimen son más elevadas.
- Por último, siempre existe la posibilidad de suscribir un convenio especial con la Seguridad Social para seguir cotizando a ésta si se cumplen unos determinados requisitos genéricos: 1080 días cotizados dentro de los últimos 12 y por una base de cotización que será como máximo la media de los últimos 12 meses.