Con la llegada de la Navidad son muchos los cambios que se producen en las rutinas de un enfermo de Alzheimer. Os mostramos algunas recomendaciones a tener en cuenta.
Se aproximan fechas complicadas para muchos cuidadores familiares. La Navidad va a implicar cambios de rutinas (las cuales son muy importantes para mantener la estabilidad del enfermo), reuniones familiares, y tener al afectado expuesto a alteraciones de horarios y alimentación, entre otros. Es fundamental educar a las familias e informar a vuestros familiares sobre las necesidades del aquejado y que entiendan que lo que peor les sienta es:
- Tener mucho movimiento alrededor.
- La sobreestimulación.
- El exceso de actividad.
- Las discusiones.
- La tensión.
- Sentir que son una carga.
- Encontrarse en ambientes no familiares.
- Separarse del cuidador mucho tiempo.
- Los cambios repentinos y bruscos.
- Que se hable en su presencia como si no estuvieran o no fueran conscientes.
- Que se mencione la enfermedad delante de ellos.
- Que se les hable como si estuvieran enfermos, mal de la cabeza o fueran tontos.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que:
- Alguien que padece de Alzheimer no tiene el mismo aguante que puede tener una persona sana.
- Al estar rodeados de muchas personas que hablan a la vez y les bombardean con mucha información les genera ansiedad y nerviosismo.
- Deben tener momentos para descansar. Aguantar muchas horas les agota y acaba irritando.
- De recibir regalos, la familia tiene que consultar antes con el cuidador y que este les indique qué es lo que la persona realmente necesita y puede serle de utilidad.
- La decoración y luces navideñas pueden generarles rechazo, miedo y asutarles.
- Se les debe tratar con cariño y suavidad.
- No es aconsejable que tengan a mucha gente alredor hablándoles y haciéndoles preguntas a la vez. Es mejor hacerlo de uno a uno, de una manera suave y cálida.
- Si las celebran fuera de casa podrían desorientarse con más facilidad.
- No tienen la misma capacidad de resistencia al movimiento y actividad de las fiestas que tenemos nosotros.
- La música les alegra y calma.
- Es imperante evitar los máximos cambios posibles.
- Hay poner siempre por delante al enfermo.
- Son buenas fechas para que la familia pueda descargar de trabajo al cuidador y darle un respiro.
Tomado de: Fundación Diario De Un Cuidador
Como empresa de Ayuda a Domicilio, le recomendamos que si va a recibir muchas visitas en casa, contrate puntualmente o de manera continua, un cuidador externo o interno que pueda atender a su familiar, de forma que podaís disfrutar de las fiestas en familia y armonía.