Con la llegada de la Navidad son muchos los cambios que se producen en las rutinas de un enfermo de Alzheimer. Os mostramos algunas recomendaciones a tener en cuenta.

Se aproximan fechas complicadas para muchos cuidadores familiares. La Navidad va a implicar cambios de rutinas (las cuales son muy importantes para mantener la estabilidad del enfermo), reuniones familiares, y tener al afectado expuesto a alteraciones de horarios y alimentación, entre otros. Es fundamental educar a las familias e informar a vuestros familiares sobre las necesidades del aquejado y que entiendan que lo que peor les sienta es:

  1. Tener mucho movimiento alrededor.
  2. La sobreestimulación.
  3. El exceso de actividad.
  4. Las discusiones.
  5. La tensión.
  6. Sentir que son una carga.
  7. Encontrarse en ambientes no familiares.
  8. Separarse del cuidador mucho tiempo.
  9. Los cambios repentinos y bruscos.
  10. Que se hable en su presencia como si no estuvieran o no fueran conscientes.
  11. Que se mencione la enfermedad delante de ellos.
  12. Que se les hable como si estuvieran enfermos, mal de la cabeza o fueran tontos.

 

Por otro lado, debemos tener en cuenta que:

  • Alguien que padece de Alzheimer no tiene el mismo aguante que puede tener una persona sana.
  • Al estar rodeados de muchas personas que hablan a la vez y les bombardean con mucha información les genera ansiedad y nerviosismo.
  • Deben tener momentos para descansar. Aguantar muchas horas les agota y acaba irritando.
  • De recibir regalos, la familia tiene que consultar antes con el cuidador y que este les indique qué es lo que la persona realmente necesita y puede serle de utilidad.
  • La decoración y luces navideñas pueden generarles rechazo, miedo y asutarles.
  • Se les debe tratar con cariño y suavidad.
  • No es aconsejable que tengan a mucha gente alredor hablándoles y haciéndoles preguntas a la vez. Es mejor hacerlo de uno a uno, de una manera suave y cálida.
  • Si las celebran fuera de casa podrían desorientarse con más facilidad.
  • No tienen la misma capacidad de resistencia al movimiento y actividad de las fiestas que tenemos nosotros.
  • La música les alegra y calma.
  • Es imperante evitar los máximos cambios posibles.
  • Hay poner siempre por delante al enfermo.
  • Son buenas fechas para que la familia pueda descargar de trabajo al cuidador y darle un respiro.
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Tomado de: Fundación Diario De Un Cuidador

Como empresa de Ayuda a Domicilio, le recomendamos que si va a recibir muchas visitas en casa, contrate puntualmente o de manera continua, un cuidador externo o interno que pueda atender a su familiar, de forma que podaís disfrutar de las fiestas en familia y armonía.