Ofrecemos unas recomendaciones básicas para el uso de apps de salud:
- Las apariencias sí engañan: Comprueba que la app identifica claramente a quién va dirigida y cuáles son su finalidad y objetivos. No confies sólo en un lenguaje técnico o en una buena imagen.
- Sin miedo a dar la cara. Revisa que los responsables de la app se identifican claramente y es fácil contactar con ellos.
- Que no te compren. Ten en cuenta las fuentes de financiación y patrocinio de la app y que la información sobre salud puede estar mezclada con publicidad.
- La información también caduca. Ten en cuenta las fuentes de financiación y patrocinio de la app y que la información sobre salud puede estar mezclada con publicidad.
- Que venga de buena familia. Verifica que la información sobre salud tiene buenas referencias: Bibliografía, autores o instituciones reconocidas.
- Las cuentas claras. Asegúrate de que la app de salud informa sobre los términos y condiciones con respecto a la comercialización de sus productos y servicios.
- El tamaño sí importa. Comprueba que la app muestra información sobre el espacio que ocupa, su consumo y los recursos que emplea el teléfono.
- Tu tesor. Tus datos son tuyos. Si la app te pide datos personales asegúrate de saber qué van a hacer con ellos.
Y sobre todo recuerda siempre que:
Una app es sólo una herramienta No olvides contrastar la información con un profesional antes de tomar cualquier decisión sobre tu salud.