Desde Noviembre de 2004, vengo dedicándome a la Coordinación y Dirección de un Centro de Servicios Sociales de Ayuda a domicilio en atención doméstica y atención personal como, y por lo tanto a lo largo de estos años me he encontrado en muchas situaciones en la que diversos usuarios, me han solicitado asesoramiento sobre como acompañar a personas con enfermedad terminal, así como a los familiares. Posición en la que obviamente también me he encontrado personalmente con familiares de mi propio entorno.

Por lo que reflexionando sobre la catarsis que se nos produce ante dicha noticia y conocimiento del diagnóstico de una enfermedad terminal.  

¿Sabemos guardar la compostura para evitar más dolor al enfermo, ante el duelo anticipado que se produce ante su fallecimiento irreversible?

No siempre es fácil saber cómo reaccionar y acompañar a este ser querido y a su familia que atraviesan un momento tan doloroso.

A continuación paso a detallar algunas recomendaciones que vengo utilizando, y que sin ser un remedio infalible sobre cómo apoyar a un familiar que padece una enfermedad terminal y simultáneamente a la familia que se encarga de su cuidado.

  1. Escuchar al enfermo sin juzgarlo

Ya que una vez conocido el diagnóstico, tanto a la persona que padece la enfermedad, como a la familia, les asaltaran muchas dudas y preocupaciones, rabia, ira, etc.

  1. No subestime sus pensamientos ni sus deseos.

Escúchelo y brinde le gestos de cariño sin juzgar sus opiniones o decisiones. El tratamiento al que suelen someterse es sumamente doloroso e invasivo conllevando un gran bagaje emocional.

  1. Respete sus creencias y su Fe.

No intente que su familiar modifique sus creencias religiosas y/o espirituales.

Cuando se conoce un diagnóstico tan abrumador, el enfermo terminal puede pelearse con su religión o bien encontrar en ella un refugio de paz. Es frecuente que se pregunte “¿Dios por qué me sucede esto a mí?”.

  1. Ayúdale en sus rutinas diarias, sin anularlo.

Las tareas que antes podían resultar sencillas se han convertido en un gran peso para el paciente terminal que tiene sus energías destinadas hacia el tratamiento de su enfermedad.

Una relación de confianza mutua con el paciente permitirá que usted se acerque a su hogar y que pueda asumir responsabilidades que para él resultan sumamente abrumadoras. De esta manera, aliviará el estrés de la familia y le brindará la posibilidad de dedicar un poco más de tiempo para hacer las cosas que le gustan.

  1. No le presione bajo ningún concepto, que sea el propio enfermo quien lo vaya asumiendo paulatinamente.
Quizá te interese:  No dormir adecuadamente acelera el daño del Alzheimer

Se suele creer que el paciente terminal debe disfrutar sus últimos meses de vida al máximo.

Pero antes de diseñar cualquier plan o viaje, hable con el familiar respecto a cuáles son sus deseos. No tome decisiones sobre su voluntad.  Respete la decisión del enfermo de quedarse cerca de los miembros de la familia en un contexto de cariño y confianza. Transitar el camino de esta enfermedad es muy duro y agotador.

  • Enterarse del padecimiento de una enfermedad terminal también cambia la vida de la familia del paciente que a partir de ahora estarán abocados a acompañar a su ser querido en el proceso médico. Los sentimientos en muchas ocasiones te obstaculizan y te bloquean cambiando minuto a minuto debido a nuevas experiencias entorno a las rutinas cotidianas, roles familiares e incertidumbre económica-financiera.
  • El familiar del enfermo terminal concentrará sus esfuerzos en la conexión espiritual y cuidado del paciente.
  • Cuando ésta triste noticia llega a la familia, la rutina cotidiana se paraliza totalmente. Todas las preocupaciones se centran en el tratamiento del paciente.
  • Cuidar y acompañar a un enfermo terminal es una responsabilidad de gran desgaste emocional. No dude en acercarse al cuidador e invitarlo a hablar sobre sus sentimientos, miedos y pensamientos sin entrar en juicios de valor. Este tiempo de escucha será vital para su bienestar emocional.
  • La enfermedad de un ser querido es uno de los acontecimientos más estresantes de la vida.