Prevenir el sindrome del cuidador es crucial si deseamos realizar la tarea de cuidar con el máximo grado de entrega. La fatiga, frustración y el estrés del cuidador o cuidadora pueden causar problemas de salud, aislamiento del entorno y resentimiento de sus relaciones sociales. Proponemos una serie de medidas para prevenir el Sindrome del cuidador.

  • Conocer nuestros límites. Seamos realistas acerca del tiempo que podemos dedicar a nuestra labor. Establezcamos límites claros y comuniquemos esos límites a los demás.
  • Aprender todo lo que podamos sobre la enfermedad de nuestro ser querido. Cuanto más sepamos, más efectivos seremos y mejor nos sentiremos.
  • Aceptar nuestros sentimientos negativos. Cuidar puede provocar muchas emociones difíciles de abordar, como enfado, miedo, resentimiento, culpa, indefensión y pena. Permitamos estos sentimientos siempre que no comprometa el bienestar de la persona cuidada.
  • Confiar en los demás. Debemos contar cómo nos sentimos y no encerrar nuestras emociones. Si tenemos la posibilidad de contratar un apoyo externo, hagámoslo. El apoyo de un profesional puede resultarle de gran ayuda.

Por último, es importante saber que si sufrimos el síndrome del cuidador, no somos útiles para la persona que estamos cuidando. Nuestra salud mental y física es importante para nosotros como para el desempeño de nuestra labor y sólo cuidándonos seremos capaces de hacernos cargo de la persona querida.